Nuestro gozo actual es más dulce por el dolor pasado.- George Graville
“En Dios solamente está acallada mi alma, de Él viene mi salvación. El solamente es mi roca y mi salvación; es mi refugio, no me resbalaré mucho. Sam 62:1-2
Este conmovedor pasaje puede traer a la memoria varias imágenes, pero una favorita es la fotografía de un pequeño pajarito refugiado en la brecha de una enorme roca. A las afuera de su escondite, ruge una brutal tormenta. Fuertes vientos y agua golpean hacia abajo, levantando hojas y rompiendo las ramas de los árboles. Sin embargo, el pajarito está seguro, tranquilo y su vida está protegida, gracias a la roca sólida que lo rodea.
¿Puedes recordar aquel momento de tu vida cuando parecía que serías lanzado al aire por una amenazante tormenta física o emocional? ¿Cuál fue su respuesta frente a esa prueba?
¿Se aventuró a estar en medio de ella o se refugió en los brazos protectores de Dios?
Cuando una tormenta golpea su vida, recuerde las palabras del Salmo 62. Ponga atención a la frase: “EN DIOS SOLAMENTE ESTÁ MI ALMA”. En la fotografía mencionada arriba por el pajarito no vemos que éste esté chirriando o intranquilo. Más bien estuvo descansado tranquilamente hasta que la tormenta pasó. Su confianza estaba en la fuente de su protección.
Aunque Dios siempre escucha el clamor de nuestra angustia, podemos estar seguros que una vez que le hemos llamado a ÉL, Dios está con nosotros. La palabra de Dios nos refleja como Jesucristo es nuestra roca, donde podemos estar firmes, Dios le preparó a Moisés un hendidura en la roca para su protección. Así como lo hizo con el, también lo hará contigo una y otra y otra vez, porque TE AMA!!!
Recuerda siempre: Primero lo primero. Primero Dios.